Me voy voluntario :
Por las noches ya no podía dormir. En mi cabeza estaba anclada en fijo la idea de hacerme voluntario. Si no me salía bien lo del cuartel de Lleida, como tenía la dirección de mi primo Rossendo, me presentaría en Tardienta y buscaría la influencia del teniente alemán para quedarme con ellos pese al asco que sentía por los socialistas del PSUC. Decidí marcharme el próximo sábado hacia Lleida.
Me levanté a las seis, desayuné un poco y escribí en un papel, que dejé encima de la mesa del comedor, las siguientes palabras: Me voy voluntario a la guerra. No me reclaméis, porqué si lo hacéis no me volveréis a ver nunca más. Quiero seguir la carrera militar y ésta es mi única oportunidad.
En casa lo leyeron esperando que a la noche volviera como lo había hecho tantas veces: oliendo a cuadra y a caballo.